El IMO es un sistema o procedimiento de captura, cultivo, activación y aplicación de microorganismos indígenas o autóctonos en suelos de cultivos, propio de la KNF o Agricultura Natural Koreana, así como otros sistemas de agricultura respetuosa, regenerativa, orgánica, ecológica o de bajo impacto medioambiental.
Esta técnica denominada IMO consiste en un principio muy sencillo, pero con una lógica aplastante. Se trata de capturar los microorganismos autóctonos, propios de un entorno o ecosistema concreto. Con el fin de reintroducirlos en un suelo de cultivo, para que estimulen la inmunidad y alimentación de las plantas cultivadas (jardín y huerta). Por tanto su función es de fortalecimiento de los cultivos, tanto en el proceso de alimentación y nutrición de las plantas, como en el proceso inmunológico, frente a plagas y enfermedades.
Para ello se suelen utilizar trampas de arroz o algún otro cereal parcialmente hervido, situadas estratégicamente con el fin de capturar estos microorganismos indígenas. Posteriormente, se cultivan y activan con el fin de reintroducirlos en suelos de cultivo agrícola. Es conocida la bondad de ciertos microorganismos como Bacilus Subtilis, Trichoderma, Penicilium, Lactobacilos, como controladores de hongos y bacterias patogénicas en suelos de cultivo. Dichos microorganismos «benéficos» son los que se obtienen a partir de este método, pues se trata de una captura de microorganismos descomponedores del bosque. Por eso es básico colocar las trampas en lugares concretos (climax) donde existen ecosistemas complejos y muy biodiversos.
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