Hugelkultur es una técnica de jardinería y agricultura sostenible, en la que se crea un suelo de cultivo elevado, utilizando troncos, ramas, hojas y demás materia orgánica, con el fin de que ésta se descomponga, liberando nutrientes y absorbiendo humedad. El término proviene del alemán y se traduce como «cultura de montículos». Esta práctica busca replicar el proceso natural de descomposición en los bosques, donde la materia orgánica se acumula, retiene humedad y enriquece el suelo con nutrientes.
Ahora que ya sabemos qué es Hugelkultur, podemos definir Trinchera Hugelkultur como una zanja que se rellena con ramas, troncos, hojas y demás materia orgánica, antes de ser cubierta con tierra. Este sistema aporta grandes ventajas al suelo, como es la mejora en la humedad (tanto retención como drenaje) y fertilidad del suelo adyacente, gestionando el agua de manera más natural y eficiente.
La forma de realizar bancales o trincheras Hugelkultur es siempre la misma. Se abre una zanja en pleno suelo de una profundidad que oscila entre los 40 y los 80 cm de profundidad dependiendo del tipo de suelo (arcilloso, arenoso, limoso, franco) y se va aportando gran cantidad de materia orgánica leñosa y gruesa. Por ejemplo, una combinación muy utilizada es troncos, ramas gruesas, hojarasca, estiércol y tierra cultivable o compost maduro, colocadas por capas. Debemos regar abundantemente entre capa y capa y podremos aportar ceniza o harinas, así como salvados, compost, humus de lombriz o cualquier otro fertilizante orgánico.
Este método tiene gran efecto a largo plazo, puede durar décadas, y a mayor tiempo mayor fertilidad en profundidad. Hay que seguir aportando acolchados cultivables año tras año, pero mucho menos que en otros sistemas, al haber hecho un trabajo muy duro de inicio, que nos servirá durante décadas. Toda materia orgánica cabe en una Trinchera Hugelkultur. Lo único que debemos estudiar y saber es en qué orden y cuanta proporción añadir.
Las ventajas de la técnica Hugelkultur son muchas
▪La gradual descomposición de la madera es una fuente constante de nutrientes a largo plazo para las plantas lo que aumenta la fertilidad del suelo.
▪Aumenta la aireación del suelo ya que las ramas y troncos se van rompiendo, lo que mejora la estructura del mismo.
▪Los troncos y las ramas actúan como una esponja, absorbiendo la humedad, que se almacena y luego se libera en tiempo seco.
▪Se produce un secuestro de carbono en el suelo: reducción de emisiones y ciclo del C más sostenible y equilibrado.
No se recomienda utilizar maderas de cedro, algarrobo, cerezo, o nogal. En cambio son maderas excelentes las de alisos, manzanos, álamos, sauces y abedul. El pino y abeto tiene unos niveles de taninos muy altos, pero cuando la madera ha muerto hace muchos años, la gran mayoría de éstos se habrán disuelto. La madera muy degradada es mejor que la madera ligeramente envejecida, pues el proceso arranca mucho antes. Otra cosa a tener en cuenta es que la madera tiene un alto contenido en el carbono y consumirá nitrógeno: la naturaleza tiende a equilibrar. El compost es precisamente eso, un equilibrio. Esto podría bloquear el nitrógeno y quitárselo a las plantas. Pero la madera bien descompuesta no lo hace tanto. Si la madera es lo suficientemente vieja, es posible que haya acumulado nitrógeno antes de su utilización como base de nuestra Trinchera o Bancal Hugelkultur.
En nuestro vídeo tutorial, te mostramos paso a paso como hacer una Trinchera Hugelkultur, y todos los secretos de este método.